Oh,
Gran Espíritu, cuya voz oigo a través del viento
y cuyo soplo da vida a todas las cosas,
escúchame!
Voy hacia ti como uno más de tus numerosos hijos;
soy débil.... soy pequeño.... necesito tu
sabiduría y tú fuerza.
Permíteme caminar entre la belleza y haz que mis ojos
perciban siempre las púrpuras y encendidas
puestas del sol.
Haz que mis manos respeten las cosas que has creado
y da agudeza a mis oídos
para que puedan oír tu voz.
Hazme sabio, de modo que pueda comprender cuánto has enseñado a mi pueblo
y las
lecciones que has escondido en cada hoja y en cada roca.
Te pido fuerza y sabiduría, no para ser superior a mis hermanos,
sino
para ser capaz de combatir a mi mayor enemigo, yo mismo.
Haz que esté siempre preparado para presentarme ante ti
con las
manos limpias y la mirada alta,
de
manera que, cuando mi vida se extinga,
como se
extingue una puesta de sol,
mi
espíritu pueda acudir a ti sin nada de qué avergonzarme.
("Ojibwa" una de las lenguas de los Indios Norteamericanos)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario