La bendición invoca el apoyo activo de Dios para el
bienestar de la persona, confiere prosperidad, felicidad y Gracia Divina en
quien la recibe.
La bendición comienza
en el hogar, en las relaciones de padres e hijos. Los niños que reciben el
regalo de la bendición de parte de sus padres, tienen un buen comienzo espiritual
y emocional en la vida, un firme fundamento de amor, protección y aceptación.
El poder de la vida y
la muerte está en la palabra. Al
bendecir, se otorga vida, no sólo al que recibe la bendición, sino también al
que la da.
Mi bendición va para ti, y al bendecirte, me bendigo
a mi misma.
Te invito a convertirte en multiplicadora de bendiciones.
Feliz día.
Brisa Marina |
No hay comentarios.:
Publicar un comentario