La Gran Invocación es una invocación y oración grupal que pertence a toda la humanidad, sin distinción de religión, grupo o credo. Su propósito es elevar la conciencia humana desde el centro emocional al centro cardíaco, durante la Era de Acuario.
Es un llamado a la naturaleza, al amor y al pensamiento más elevado de las personas, y que especialmente nos ayudan en estos tiempos de crisis mundial, como hoy en día está viviendo Venezuela, es una crisis evolutiva, y como sabemos, las crisis crean oportunidades.
La Gran Invocación libera la afluencia espiritual del macrocosmos al microcosmos, es la oportunidad de llegar a ser instrumentos de servicio para sellar, hacer inútil el "mal" (materialismo, egoísmo, codicia, separatividad, odio) y es a través de la propia humanidad que el mal será destruído.
La Gran Invocación fue entregada a la humanidad en Junio de 1945, en una luna llena, a través del Maestro de Sabiduría Tibetano Dwal Khul en colaboración con Alice Bailey. Tendrá dos resultados importantes: "sellar la puerta donde se halla el mal", y el establecimiento en la tierra del "Plan de Amor y de Luz".
En su versión original, fue tomada en cuenta cada palabra con las consideraciones rítmicas, numerológicas y astrológicas y cuando miles de personas y grupos la entonan juntos, hay una vibración que eleva nuestra conciencia y energiza el mundo con el Amor y la Voluntad Divina. Nos ayuda a expandir la calidad de la comprensión amorosa que se expresa cuando el amor y la inteligencia se unen.
Puede considerarse también, que es como una oración para la Iluminación de todos los dirigentes que se ocupan de asuntos mundiales para que cumplan su destino de unirse para el bien común.
Cuando entonamos la Gran Invocación nuestra pureza de intención y amor son esenciales, pues cuando se dice con el poder del alma y la atención dirigida de la mente, es una herramienta extraordinariamente eficaz.
Si los que estamos invocando estas Fuerzas de la Luz permanecemos firmes y la voluntad de hacer el bien desciende del plano mental y del deseo , al plano de la acción, un nuevo mundo es posible.
Seamos instrumentos del bien de los demás, hagamos esta Invocación diariamente con humildad, amor, comprensión y alegría, con toda la fuerza del alma, ejerciendo un efecto poderoso en la conciencia planetaria, iluminando la humanidad con amor y fuerza para "restablecer el Plan Divino en la Tierra."
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