sábado, 1 de febrero de 2014

Un regalo de la Super Luna...


Cuando nos entregamos a la magia de la vida y nos dejamos envolver de sus encantos, suceden acontecimientos maravillosos que embriagan el alma y nos dan las claves para recorrer este sendero que llamamos vida.

A una muy querida amiga, la magia de la Super Luna le mostró los poderes ocultos que yacen en ella:  la nobleza, versatilidad y fortaleza a través de la imagen de este  hermoso caballo appaloosa, cuya raza lleva en sí la esencia de los primeros caballos primitivos que han habitado en la tierra, apreciado desde la antiguedad por su estructura fuerte, resistente e inteligente.

Celebrándose hoy el Año Nuevo en la cultura china con la energía del Caballo de Madera, disponemos del poder, la lealtad, del equilibrio y libertad que caracterizan a este majestuoso animal.

El caballo nos ayuda a evitar las trampas del victimismo, a ver los obstáculos como oportunidades de aprendizaje y crecimiento, pues es el fiel compañero de todos los que emprenden el camino de la oscuridad a la luz.  Escoge guiar a las almas sensibles y nobles que se dedican a variadas profesiones y ocupaciones, pero tienen que 
 aprender a manejar su poderosa intuición y vencer los obstáculos internos y externos que les impiden destacar y mostrar toda su luz.

El caballo ayuda a disminuir el diálogo interno, es muy sensible e intuye el estado de ánimo de su jinete, es muy perceptivo, y como animal aliado colabora con nosotros para desarrollar esta facultad, para lograrlo, solo se necesita abandonar los monólogos mentales y poner atención a lo que ocurre alrededor.



Appaloosa viene a recordarte que tienes mucha más fuerza de lo que has mostrado hasta ahora para llegar a tu destino y que ahora tienes la oportunidad de descubrirlo, eres un ser en expansión y posees grandes potencialidades.

Karina Malpica aconseja:  "Busca en tu manada (familia, amigos, terapeutas) el apoyo y la cooperación que necesitas para recuperar y mantener tu equilibrio emocional." 


Recuerda, tu corazón guiarán tus pasos...


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