domingo, 27 de abril de 2014

Los Ordenes dentro del Sistema Familiar.

Staying warm




A partir de la separación y de la unión del hombre y de la mujer surge la tarea de la paternidad y de la maternidad como característica nueva y de unión. La relación de pareja de los padres es primordial y tiene prioridad respecto a la relación con los hijos.


Parte de la relación de hombre y mujer es que el hombre siga siendo hombre y la mujer siga siendo mujer. El dar y recibir debe estar equilibrado- no solamente entre ellos, sino en todo debe mantenerse el balance entre dar y recibir.

Si yo, como mujer, tengo un Selbst (mí mismo) fuerte, puedo soportar muy bien que el hombre se me presente con toda su fuerza biológica.
Que me sostenga en sus brazos si no me siento bien, o que me cargue a la otra orilla del río y yo no tenga que pasarlo sola, que me cargue las maletas o me abra la puerta y entre al restaurant un paso delante de mí para protegerme de algún ebrío etc. Entonces puedo gozar mi esencia, porque me experimento como mujer fuerte. Pero es importante que el hombre lo perciba también así. Si la pareja se encuentra en crisis constante y sienten la necesidad de empequeñecer a la contraparte, entonces algo no está funcionando bien en la relación.

El acto de concepción no es la experiencia del momento de la relación entre hombre y mujer, sino la co-incidencia de muchas fuerzas (herencias físicas y psicológicas, destinos...), que provienen del linaje paterno y materno para encauzarse todo aquello que recibió de su padre y madre, el ser humano se honra y respeta a sí mismo.


(Del libro "El Amor que Apoya" por Jirina Prekop).

No hay comentarios.:

Publicar un comentario