Enciende el fuego, deja que las llamas quemen y purifiquen todas las partes oscuras que cubren tu corazón, los viejos rencores ocultos, la tristeza que han dejado la ausencia de seres queridos, las nostalgias de antiguos amores, y la melancolía de tiempos ya idos...en fin, todos esos sentimientos guardados que ya no te sirven...suelta!
Ahora renace el Cristo vivo en todo su esplendor, dando paso a nuevo ser, renaciendo el amor, el amor por ti mismo y por los demás, re-estableciéndose la confianza y la alegría. |
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