martes, 20 de mayo de 2014

Me reconozco en tus ojos.

No  aprendemos a confrontar los conflictos y transformarlos en amor.  Cuando la adrenalina y oxitocina, hormonas para enojarnos y enamorarnos, están activadas, se bloquea el raciocinio:  las mujeres reprimen el enojo y los hombres atacan, huyen, o se retraen (televisión, computadora), que es su huída también.

Descuidamos el contacto visual, nos castigamos aislándonos, privándonos del amor,  en vez de confrontarnos, nos damos la espalda y de esta manera, no puede surgir el amor.  Todo castigo evita el contacto visual.

Los ojos son las ventanas del alma, mirarnos vincula.  Sin el contacto visual no se consigue la empatía, que es el camino hacia el amor: Me reconozco en tus ojos sin tener que hablar.

Jirina Prekop recomienda:  "Tenemos que confrontarnos emocionalmente y solucionar antes de que se acueste el sol...entonces el amor fluye, y los padres le darán este ejemplo a sus hijos".

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