El arte sana.

Cuando se aprecian determinadas obras de arte, las personas se ven envueltas en un mar de sensaciones de felicidad, nostalgia, bienestar, paz interior y energía positiva que nos hacen sentir que pudiéramos "volar" en nuestra imaginación.

A través de este "vuelo" se pueden prevenir y tratar distintos desórdenes emocionales, gracias a una serie de procesos que se dan automáticamente en el cerebro, procurando una mejor calidad de vida en el individuo y su entorno.

"El arte nace en el cerebro, no en el corazón", dice Honoré Balzac.  El arte masajea el cerebro, especialmente el área órbito-frontal, localizada a la altura de la sien aproximadamente.  Esta área se activa al estar en contacto con la apreciación del arte debido a la concentración de los sentidos del gusto, olfato, audición y visión en esta zona, tanto cuando se percibe por un estímulo por los sentidos como al evocar un recuerdo de la sensación que entró al cuerpo a través de dichos sentidos.

Esto contribuye a "apagar" el stress, temor, inseguridad, angustia, ataques de pánico, tristeza, etc., y se activan la tranquilidad, visualización, creatividad, calma, motivación, planeación concentración, energía, sentido del humor.

Si ud. se considera que no tiene el talento necesario para poner en acción alguna actividad artística, basta con adquirir  nuevos conocimientos de arte, esto le permite que se regeneren las neuronas.  Cuando estamos en contacto con el arte de una forma constante, poco a poco viviremos una fiesta en nuestro cerebro gracias a las emociones generadas por la belleza percibida del arte.

El estar en contacto con el arte no solamente nos brinda un enriquecimiento cultural, sino que además, nuestra mente, espíritu y cuerpo reciben un enorme beneficio, similar a la experiencia que se vive al tomar un anti-depresivo.

Al deleitarnos admirando una obra de arte, o manifestar algún estilo de arte a través de nuestro cuerpo se activan distintos neurotransmisores relacionados con el buen ánimo y con el sentido de plenitud, a nivel emocional nos sentimos felices, realizados, en paz y armonía, con deseos de triunfar.


(Psiconeuroestética, José Castillo y Lupita Castillo).