martes, 15 de julio de 2014

El camino de la pureza.

"Venimos al mundo limpios, es el transitar por la vida quien nos contamina, mientras más niños seamos más fácil será el volver al camino de la pureza." 
                                                                                                Rubí Esmeralda

El niño es puro,  es tierno,  es inocente...
no pregunta,  no cuestiona...no tiene rencores...no duda.
El niño no vive del pasado ni piensa en el futuro, 
sólo vive el presente, el instante día a día.
Es espontáneo, no se reprime,  expresa sus sentimientos, 
llega a sentir tristeza y dolor, si tiene ganas de llorar, llora,
si tiene ganas de gritar, grita, si tiene ganas de reír, ríe 
sin importarle donde se encuentre.
El niño se permite ser....simplemente fluye,
 actúa más en libertad...cada paso que da
 el niño no lo piensa porque no distingue entre lo bueno y lo malo,
simplemente da el paso.
El niño no juzga, no critica.  El niño juega, ríe y se divierte.
El niño hace lo que le hace feliz, 
son originales y auténticos...
simplemente actúan desde el corazón.
Si tienes la sonrisa de un niño, 
darás una de las mayores expresiones de amor.
Si tienes la mirada de un niño, serás transparencia pura.
Si tienes la ilusión de un niño, llegarás a ser grande.
Si celebras tu cumpleaños y decoras tu habitación como un niño, 
llenarás de alegría tu vida.

Si cantas y ríes como los niños, expresarás tu felicidad. 
Si tienes la amistad de los niños,
 no exigirás a tus amigos que sean mejores que tú.
Si tropiezas como un niño, enseguida te levantarás.
Si oras como un niño, no será para que el mundo vea cuán bueno eres.
Si abrazas como los niños, lo harás con amor.
Si tu alma es como la de un niño, entrarás al Reino de los Cielos.



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