La naturaleza propia de la mujer le permite estar conectada con la
energía de la Gran Madre, la Madre Tierra, y con el poder de lo sagrado
femenino, a través de la energía sexual.
La energía sexual es un flujo muy poderoso que nos ancla a la materia, si la sabemos
dominar y usar a favor, nos dará un gran
poder, pues es esta misma energía la creadora de la ilusión y de lo que
conocemos como real, como mundo material. La conexión con la energía sexual o
de la Madre Tierra es el 1er. Chakra, llamado Muladhara, conocido también como
chakra raíz.
La práctica, el dominio y el trabajo con este centro energético nos permite
reactivar el poder dentro de nosotros, para poder manejar la materia. La mujer
es la poseedora en gran parte de esto, pero justamente, por ignorancia, ha
bloqueado este centro hasta el grado de casi desaparecerlo, y con ello muchas
cosas se ponen en riesgo y en caos. Al estar bloqueado este puente, de donde se
extrae la energía necesaria para mantener el sistema, la ilusión o materia en
un orden perfecto como creadores, teniendo el control de nuestra creación, se
cancela toda posibilidad de dominio de lo antes mencionado, y el cuerpo físico
también empieza a descomponerse, a alterarse, a estar desequilibrado, y por
ende todo el mundo externo también.
Desde la prehistoria, la mujer usó faldas que permitían una conexión total, un
puente perenne, entre el chakra raíz y el área sexual femenina, teniendo así el
flujo de energía activa constantemente.
Los antiguos sacerdotes Atlantes, Egipcios, así como Jesús, Buda entre otros,
usaban faldas, permitiendo la comunicación constante y el flujo de energía
entre la tierra y el área sexual, la misma que les daba poder; aún en nuestros
días los sacerdotes y gente que maneja el poder usan faldas, para tener este puente
energético activo.
La mujer moderna, con el uso del pantalón está bloqueando por completo
el paso de la energía de la Diosa (de la Tierra) hacia el útero, que es donde
se puede crear todo, con el uso o enfoque mental, y así tener más poder sobre
lo externo y lo interno.
Es necesario que la mujer regrese al uso de las faldas, para que vaya
sanando día a día este puente, y haciendo que su chakra raíz esté firme, pleno
y poderoso, brillante, para un mayor poder, y de esta forma levantar la energía
kundalini, para bien de ella y del planeta.
Una mujer que usa pantalón tendrá dificultad para reactivar esta energía de la
kundalini, la energía sagrada sexual en ella, para su propia curación y
despertar; la meditación sólo le ayudará a la reconexión de los chakras
superiores, trabajando sólo la energía masculina del Padre o Dios.
Cuando una mujer usa falda, facilita la importante conexión entre la energía de
la Madre o Diosa y su área sexual, que es el centro de creación, formación y
poder femenino. Entonces esta energía se concentra, dándole a ella la
oportunidad de usarla de forma ilimitada, entre ellas, curar a personas,
predecir el futuro, curarse a sí misma, canalizar, armonizar, dominar, guiar,
materializar.
Dependiendo del tipo de falda, la energía será sexual, jovial y de vitalidad, o
sagrada y de guía de luz. Con una falda larga la conexión con la tierra es como
una especie de túnel cerrado que permite más capacidad y sabiduría. Además, cuando
una mujer viste falda tiene más admiración, respeto, atracción y magia sobre
los que la rodean, aunque no sean conscientes de lo que está pasando.
La energía femenina es la que nos reconecta con nuestra Madre Gaia y con su red
de Consciencia Crística Universal, desde los nuevos meridianos, sanando viejos
patrones de dolor de nuestra energía (planos emocional, mental) y centros
energéticos. La sanación de la energía femenina (tanto en hombres como en
mujeres) nos posibilita el anclaje de nuestro SER, la apertura de los códigos
de información de nuestro ADN, para ser volcados en este plano de manifestación.
Para develar esta información y que SEA manifiesta, debemos estar enraizados, anclados a la Madre Tierra, a
nuestra amada Pachamama.
Tomado del Círculo de Mujeres Cihuatl.
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