De vuelta a la inocencia...camino a la sanación.

SER COMO NIÑOS.

"Venimos al mundo limpios, es el transitar por la vida quien nos contamina, mientras más niños seamos más fácil será el volver al camino de la pureza." 

                                                                                                Rubí Esmeralda

 Cualquier proceso de sanación necesita la participación del niño que está en nosotros, es esa parte nuestra que está herida y necesita ser sanada, que está esperando salir a la luz,  expresarse.     

El niño es puro,  es tierno,  es inocente.....no pregunta,  no cuestiona.....no tiene rencores.....no duda.....el niño no vive del pasado ni piensa en el futuro.....solo vive el presente, el instante día a día....es espontáneo....no se reprime,  expresa sus sentimientos....el niño también llega a sentir tristeza y dolor....si tiene ganas de llorar, llora....si tiene ganas de gritar, grita...si tiene ganas de reír, ríe sin importarle donde se encuentre....el niño se permite ser....el niño simplemente fluye, actúa más en libertad que un adulto...cada paso que da el niño no lo piensa porque no distingue entre lo bueno y lo malo....simplemente da el paso....el niño no juzga, no critica....el niño juega, ríe y se divierte......el niño hace lo que le hace feliz....son originales....y auténticos...son como son....simplemente actúan desde el corazón. 

Todo lo que no hemos logrado en nuestras vidas tiene que ver con nuestro niño interior,  vamos pues a rescatar a ese niño, a sanar sus heridas, a recuperar el propio amor, ese es el camino, recuperar esa parte nuestra que perdimos en el camino,  dejemos de culpar a otros de nuestras desgracias, lo que es afuera no es más que el reflejo de lo que es adentro.  Sana a tu niño, sana tu vida.