Toda felicidad proviene de sentirnos completos: mamá y papá balanceados en nosotros, en nuestros corazones, a gusto con nosotros mismos, sintiendo la plenitud y la alegría de la vida.
El amor empieza en casa: Yo, asintiendo a la vida, mirar con honra y respeto a nuestros padres y agradeciéndoles el regalo más grande que nos han dado, la vida. |
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