Tu
apego crea la desgracia porque quieres aferrarte y las cosas cambian por naturaleza
propia, no puedes asirte a ellas, porque contínuamente se te escapan de las manos. En el momento que te apegas a algo estás creándote
miseria porque nada aqui es permanente.
La vida es un rio en continuo movimiento que estás tratando de sujetar en
tus brazos, la vida es cambiante, ni siquiera puedes predecir el momento
siguiente, por lo tanto, si te aferras a algo que un momento después se te escapará
de las manos, sentirás un gran dolor, una enorme miseria.
Te
aferras a tu marido, a tus hijos, a tus padres, a tus amigos, a las personas, a
las cosas, pero todo está en flujo constante. Tu esposa se enamora de otro te
frustras, tu marido se escapa, te frustras, tu hijo se muere, te frustras, la
banca va a la quiebra, te frustras, tu cuerpo se enferma, se debilita, la
muerte empieza a llamar a la puerta, te frustras, tú eres responsable de ella.
Si sigues teniendo y cumpliendo con tu deseos, sin perder nada, entonces también un dia estarás muy harto, porque la mente siempre necesita algo nuevo para distraerse, siempre está buscando la novedad.
Si
comprendes que aquí eres un vagabundo sin techo, un extraño en una tierra
desconocida que tendrás que abandonar,
entonces no llegas a formar un hogar en ninguna parte. Te conviertes en un nómada sin techo. Depende de ti.
Buda
no hace hincapié en que literalmente te conviertas en un vagabundo, si lo has
comprendido no hay necesidad de llevarlo a la práctica. Sólo tienes que mantenerte alerta de que nada
te pertenece, no caer en las ataduras, permanecer
alerta de que si las cosas cambian, estás preparado para aceptar el cambio. Es
suficiente con que tu consciencia lo comprenda profundamente.
Deja que
tu espíritu sea el de un vagabundo espiritual, eso es suficiente, no forjes
esclavitud para tu espíritu.
Osho
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